Los gobiernos provinciales y nacional se enfrentan con electorados disconformes, disgustados, desencantados, con percepciones negativas de cómo la política les está resolviendo sus problemas.
Por Verónica Dalto
El sorpresivo resultado electoral para gobernador en la provincia de Neuquén, sumado al no tan inesperado ganador en la de Río Negro, muestra la dificultad para los oficialismos en Argentina de retener el poder en el inicio de este año electoral, que culminará con las presidenciales de octubre, cuando el Frente de Todos se jugará su reelección.
“Estos dos primeros turnos (de comicios) provinciales hablan de oficialismos que van a tener una elección más complicada, posiblemente por el contexto”, explicó a EFE el director de Synopsis Consultores, Lucas Romero, porque “se enfrentan con electorados disconformes, disgustados, desencantados, con percepciones negativas de cómo la política les está resolviendo sus problemas”.
El propio presidente, Alberto Fernández, quien tiene una baja imagen positiva y pocas posibilidades de ser reelecto, reconoció en un acto público que los argentinos están “muy decepcionados”.
En Neuquén perdió el candidato del histórico partido provincial Movimiento Popular Neuquino (MPN) y actual vicegobernador, Marcos Koopman, (33,14 %) frente al candidato de Comunidad, Rolando Figueroa (35,64 %).
La reacción fue de sorpresa, porque con esta elección en la tierra de la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta, terminaron con más de 60 años de gobierno del MPN, en una de las cuatro provincias que nunca vivió alternancia política desde el regreso de la democracia en el país, en 1983.
Asimismo, Río Negro volvió a elegir a un candidato de la alianza Juntos Somos Río Negro, que gobierna desde 2015 e integra en sus filas políticos de distintas ideologías, de la mano del líder del partido y senador nacional, Alberto Weretilneck (42,1 %), sobre su principal rival, Aníbal Tortoriello, de Juntos por el Cambio (23,9 %).
“Vemos dos oficialismos que han retrocedido en términos de su caudal electoral (respecto de) cuatro años atrás”, dijo Romero, ya que el MPN perdió 7 puntos respecto de la elección de 2019 y Juntos por Río Negro perdió 10 puntos “incluso con una alianza más amplia”.
Si bien el ministro de Economía, Sergio Massa, trató de subirse al éxito al felicitar a los gobernadores electos de Neuquén y Río Negro, como dos “grandes amigos” y “dos incansables patagónicos que trabajan por el país”, su potencial candidatura a presidente por el oficialismo se debilita ante una inflación del 104,3 % anual.
Alianzas
Otra conclusión que destacó Romero de la primera prueba electoral del año es que la constitución de alianzas “termina siendo una fórmula muy efectiva para tener resultados electorales”.
Figueroa dio la sorpresa en Neuquén, pero es un exintegrante del MPN. Ganó como gobernador tras formar un frente con peronistas que abandonaron al Frente de Todos, junto a miembros de Propuesta Republicana (PRO) que rompieron su alianza local con la coalición opositora Juntos por el Cambio, entre otros.
Algunas de las figuras políticas nacionales reaccionaron a los resultados provinciales, entre ellos los principales nombres del PRO.
Macri felicitó a través de Twitter a Figueroa por el “histórico triunfo”: “Como nos mostraron los muchachos de la Selección en (la Copa del Mundo de Fútbol en) Qatar, estoy más convencido que nunca de que estamos ante un cambio de era”.
La precandidata presidencial del PRO por Juntos por el Cambio Patricia Bullrich felicitó al PRO de Neuquén, en tanto su rival en la interna nacional, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y también precandidato Horacio Rodríguez Larreta celebró “el cambio de rumbo que eligieron los neuquinos” y previó que “es el camino a la transformación del país”.
Entre los precandidatos presidenciales opositores al oficialismo nacional, Romero observa “distintas perspectivas respecto de los acuerdos políticos en los distintos territorios”.
Porque Rodríguez Larreta, con un perfil más de buscar consensos, “es el que más ha dedicado tiempo y esfuerzo a construir una serie de alianzas” con diferentes actores en varias provincias, y Bullrich, con un perfil más confrontativo, también pero en “menor medida”.
La señal de alarma se encendió para el candidato de ultra derecha, Javier Milei, un economista de ideas ultraliberales que logró posicionarse como la tercera opción presidenciable por recoger el enojo de la sociedad, pero su candidato sacó apenas un dígito en Neuquén.
“El punto más débil de su proyección como candidato es la ausencia de acuerdos políticos territoriales”, afirmó Romero.
EFE.